lunes, 7 de abril de 2014

TRATAMIENTO DE LOS ALUMNOS TDAH



El tratamiento para este trastorno ha de ser multidisciplinar e integral. Debe de ser una coordinación de terapias farmacológica, psicológica, psicopedagógica y psicosocial. Existen varios medicamentos que pueden controlar los síntomas del TDAH y mejorar la calidad de vida de los que lo padecen. No podemos olvidar que el TDAH es un trastorno crónico, cuyas manifestaciones pueden presentarse también en la edad adulta, aunque con variaciones.

El diagnóstico temprano y posterior tratamiento en el inicio de la escolarización, es fundamental, porque ayuda a prevenir la pérdida de los primeros años de aprendizaje.

Es muy importante la información y la formación de los docentes sobre el TDAH para que les capacite par la detección de señales de alerta del trastorno. El trabajo con alumnos que padecen TDAH debe incluir adaptaciones en las aulas, técnicas de modificación de conducta y diferentes estrategias en el aula, así como a veces un trabajo psicopedagógico individual en cuanto a comprensión, velocidad lectora, cálculo, habilidades cognitivas, etc.



TIPOS DE TRATAMIENTO
PSICOLÓGICO
FARMACOLÓGICO
Terapia conductual
Terapia cognitiva

Técnicas de modificación de conducta dirigidas a:
Incrementar las conductas adecuadas a través de refuerzos positivos y negativos
Reducir las conductas no deseadas
Terapia combinada a través de economía de fichas, contratos de contingencias, etc.
Consiste en trabajar estos aspectos:
Enseñar autoinstrucciones
Técnicas de autocontrol
Resolución de problemas
Técnicas de relajación.
Extinción de conductas inadecuadas.
Inteligencia emocional y habilidades sociales
Se lleva a cabo en los casos más severos
Debe estar supervisado por un profesional médico.
La tendencia es medicar con tratamientos de efecto retardado.
Una buena organización familiar, un ritmo de comidas, de sueño, rutinas y una buena distribución del tiempo de ocio ayuda a una medicación bien suministrada.
La medicación logra que sus neuronas funcionen mejor. No les cura.


                Hay que tener en cuenta que un tanto por ciento muy elevado del autocontrol humano se debe al aprendizaje. El tratamiento farmacológico es sólo una parte de la terapia indicada.

La actual tendencia a la sobreprotección del niño está fomentando la dependencia emocional, la falta de tolerancia a la frustración y un menor autocontrol general.

                Cuando estos niños además tienen ausencia de medidas educativas adecuadas, se agravan los síntomas, y con el tiempo fomenta la aparición del trastorno negativista desafiante y en los casos más graves, el trastorno disocial.

                Como consecuencia de sus limitaciones, estos niños pueden presentar otros síntomas secundarios como son:
  •    Problemas de tipo emocional: llanto fácil, inseguridad, baja autoestima, baja tolerancia a la frustración.
  •           Problemas de rendimiento académico: fracaso escolar, sanciones, etc.
  •        Problemas en el mundo laboral.
  •   Problemas sociales en las relaciones con los iguales: comportamiento agresivo, rechazo, aislamiento, desobediencia, dificultad para seguir normas y adquirir hábitos.

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